El presidente y candidato, Mariano Rajoy, va a afrontar laúltima jornada de campaña ejerciendo a primera hora como jefe del Ejecutivo, en Bruselas, y protagonizando después un par demítines de cierre en Valencia y Madrid. Asegura que la agresión que sufrió el miércoles en Pontevedra -donde un joven de 17 años le propinó un puñetazo- no le ha minado la salud, por lo que mantiene la agenda prevista. Su objetivo es aprovechar hasta el último momento para pedir "voto útil" para el PP, un partido donde cunden los nervios tras detectar en sus trackingsque Podemos sigue subiendo, sin descartarse que sea segunda fuerza el 20-D.
Los
estudios de opinión que se están publicando fuera de España coinciden en recalcar esa "remontada" de los podemitas, aunque haya dudas sobre si lograrán la 'medalla de plata' o si, aunque no superen en escaños a los socialistas (que tampoco llevan bien estos augurios), sí lo hacen en votos.Todo está abierto. El escenario de un
bloque de izquierda fuerte ante un Rajoy con victoria pero lejos de la mayoría absoluta preocupa a los populares. Especialmente si
Pablo Iglesias es segundo.
EL PRECEDENTE DE LAS MUNICIPALES
Eso explica que todos los candidatos conservadores estén azuzando el fantasma de un posible "gobierno radical" tras las generales. Y que, incluso, hayan elaborado 'argumentarios' para repartir entre sus dirigentes para explicar con urgencia por qué se cambia el discurso al final de la campaña. "Los sondeos subrayan una caída de Ciudadanos y una tendencia al alza de Podemos, que podría ser segunda fuerza. Ese escenario hace verosímil un gobierno radical de Podemos+PSOE tal y como ya hemos visto en las elecciones de mayo", apuntan en uno de sus documentos internos.
No dudan los populares de sus posibilidades. Hay incluso quien, como el veterano Javier Arenas, pronostica que su partido va asuperar las expectativas electorales y será primera fuerza, por ejemplo, en Andalucía. "Los últimos escaños de muchas provincias se van a discutir hasta altas horas y la noche del día 20 será larga", añadió esta tarde desde Córdoba. De lo que no habla Arenas es del'bajón' de Ciudadanos que también se refleja en los sondeos del PP y que les preocupa, porque resta posibilidades a una posible alianza Rajoy- Rivera.
Con este horizonte (de momento demoscópico) afronta el líder de los populares el último escalón de la campaña que, y así lo ha dicho públicamente, no desea que esté marcada por el golpe que recibió y que provocó la condena inmediata de todos sus adversarios políticos. "No saco conclusiones políticas de esto y pido que nadie lo haga", ha enfatizado el presidente.
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